En términos generales, el maltrato infantil es todo acto de maltrato que provoca o podría provocar daños físicos o emocionales a un menor de 18 años de edad. El abandono es toda omisión de acción que provoca o podría provocar daños físicos o emocionales a un menor de 18 años de edad
El abandono y el maltrato infantil no sólo dañan a los niños en el momento en que ocurren, sino también durante el resto de sus vidas. Los investigadores han descubierto que los niños que han sufrido abandono o maltratos frecuentemente presentan una baja autoestima, problemas de aprendizaje, aislamiento social, depresión, angustia, problemas del sueño, agresividad, conductas autodestructivas o imprudentes, consumo excesivo de drogas o alcohol y otros trastornos psiquiátricos que pueden continuar en la adultez.(1)
Los siguientes son tipos de abandono o maltrato infantil (dos o más pueden darse simultáneamente):
Maltrato
físico: Es toda lesión física (por ejemplo, moretones,
machucones o quebraduras) resultante de la acción de golpear a un niño
con los puños, pegarle, patearlo, morderlo, quemarlo o causarle cualquier
otro tipo de daño físico. Estos actos son deliberados, aunque
el padre, la madre o la persona a cargo pueden no haber tenido la intención
de lastimar gravemente al niño.
Abuso sexual:
Es todo acto sexual entre un adulto y un niño. Esto abarca caricias,
coito, sexo oral, explotación sexual, exhibicionismo, pornografía,
prostitución infantil u observación forzada de actos sexuales.
Cuando tales actos son realizados por una persona responsable del cuidado
del niño (por ejemplo, el padre, madre, niñera, personal de
guardería, etc.), usualmente se denominan abuso sexual, pero dichos
actos realizados por una persona no responsable del cuidado del niño
usualmente se llaman agresión sexual.
Maltrato
psicológico o emocional: Es una actitud o patrón de acciones
que interfieren en el desarrollo social o la salud mental de un niño
al dañar su sentimiento de autoestima o confianza en sí mismo.
Esto abarca formas extremas de castigo, tales como encerrar a un niño
en un armario oscuro, gritarle, insultarlo, intimidarlo, avergonzarlo o humillarlo,
aprovecharse de él o explotarlo, hacerle pedidos irracionales de manera
rutinaria o comparaciones negativas con otros, o decirle que es malo,
estúpido o que haberlo tenido fue un accidente.
Abandono
físico: Es la incapacidad de satisfacer las necesidades de un niño,
por ejemplo, demorarse o no llevarlo al médico cuando lo necesita,
no proveerle la vestimenta adecuada, tenerlo en situación de desamparo,
no supervisarlo correctamente, echarlo de la casa o no permitir que vuelva
al hogar si se ha escapado.
Abandono
emocional: Es la incapacidad de satisfacer las necesidades emocionales
de un niño, por ejemplo, la necesidad de cariño, atención
o demostración física de afecto. También abarca acciones
como hacerlo presenciar maltratos al cónyuge, permitirle consumir drogas
o alcohol o no proporcionarle la atención psicológica necesaria.
Abandono
educacional: Es permitir que un niño falte repetidamente a la escuela,
no inscribir en la escuela a un niño en edad escolar obligatoria o
ignorar sus necesidades educacionales especiales.
(Estas definiciones han sido adaptadas de la guía A Coordinated Response to Child Abuse and Neglect: A Basic Manual (Una Respuesta Coordinada ante Casos de Abandono y Maltrato Infantil: Manual Básico) del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos. (1)
Referencias:
(1) National Clearinghouse on Child
Abuse and Neglect Information. (1992). A
Coordinated Response to Child Abuse and Neglect: A Basic Manual. Washington,
DC: U.S. Department of Health and Human Services.
Last Updated:
March 31, 2004
Información
de Contacto